Fuente: Cámara Inmobiliaria Metropolitana
Oswaldo Lafranconi: La ética, el valor superior
UN BUEN NOMBRE SE CONSTRUYE DURANTE TODA LA VIDA PERO PUEDE DESTRUIRSE EN UN MINUTO
Las altas posiciones alcanzadas en la Gulf Oil Corporation lo llevaron a transitar por cuatro países, desde Argentina, su país natal, Estados Unidos, Costa Rica y Ecuador, hasta llegar a Venezuela para quedarse y sentar las sólidas bases de una empresa exitosa. Oswaldo Lafranconi, profesional de grandes retos y convicciones, piensa que la carrera hacia el éxito es un continuo aprendizaje. Con su título de Contador Público, y especialización en finanzas e impuestos, estructura de mercados de capitales y estrategia de negocios, salió a conquistar el mundo y lo logró.
-Estuve ligado al mundo inmobiliario porque mi padre era dueño de una cantidad de inmuebles. Siempre tuve entre mis proyectos convertirme en empresario. En 1994, me asocié con mi amigo, el arquitecto Francisco España, quien venía incursionado en el negocio inmobiliario. En ese momento, a excepción del grupo de gente experimentada, el área inmobiliaria estaba maltratada. No había un concepto de servicio en toda la expresión de la palabra, y vimos allí un nicho en un mercado donde había mucho potencial para crecer con un concepto actualizado del servicio.
-Creamos FERCA cuyo lema es profesionales a su servicio , que más que un lema comercial es nuestra verdadera razón de ser. Nosotros nos constituimos para abordar la excelencia y seguimos trabajando en esa dirección. Nos estrenamos en un mercado en el que podíamos dar un valor agregado a nuestro servicio, que es el Relocation, alquiler ejecutivo para extranjeros y cuerpo diplomático, que actualmente prestan varias empresas, eso sí enfrentando la situación que hay pocas propiedades como opciones para ese tipo de clientes.
-Posteriormente adicionamos el departamento de arrendamiento secundario residencial, y en 1997 nos integramos al área comercial y nos asociamos a New America International, NAI, como representantes exclusivos para Venezuela, que en el 2005 ocupó el quinto lugar a nivel mundial en mercadeo inmobiliario, con 30.5 billones de dólares en inmuebles transados. Tiene presencia en 300 mercados en Estados Unidos y el mundo; somos más de 200 socios que interactuamos a través de sistemas de información excelentes que nos permiten hacer transacciones en línea, y es, además, una fuente continua de aprendizaje porque reúne a lo más exclusivo del mercado de bienes raíces de los EEUU. Es un sistema de intercambio comercial, un fuego cruzado que nos permite hacer más negocios.
Oswaldo Lafranconi sostiene que se siente muy satisfecho. “Comenzamos como se inician las grandes empresas, en el cuarto de huéspedes de mi apartamento. Al año nos mudamos a una oficina que nos quedó pequeña, y al cabo de tres años lo hicimos a la que ocupamos actualmente en el Centro Plaza”.
-Nos sentimos muy orgullosos porque hemos crecido, sedimentado un nombre que es sinónimo de responsabilidad, de ofrecer a nuestros clientes un servicio de calidad. La mayoría de nuestros clientes vienen referidos. Ha sido la respuesta al trabajo y la dedicación. Muchos piensan que el negocio de bienes raíces es sencillo, que es abrir una puerta, mostrar un inmueble y recibir la comisión. Hacer un trabajo bueno en el corretaje de bienes raíces significa mucho tesón, estar continuamente aprendiendo, creando, porque este es un medio muy competitivo.
- Se requiere creatividad, decencia, profesionalismo . No basta con tener una buena contabilidad y buenas finanzas para sobresalir, sino también recursos humanos de calidad. Hay que saber mercadear, hacer buenas relaciones públicas, saber mucho de tecnología porque este negocio se ha tecnificado, y debemos organizarlo electrónicamente para que pueda funcionar a un ritmo moderno.
-Pero el consejo central que se puede brindar a los profesionales que se integran al mundo inmobiliario es que observen la parte ética, como el valor superior, y recordar que un buen nombre se construye durante toda la vida, pero se destruye en un minuto, como hay mil ejemplos dando vueltas en Venezuela y en otras partes del mundo. Cuesta mucho construir, no sólo en esfuerzos y en creatividad; lo difícil es saber conservar ese patrimonio.
Lafranconi es docente de los cursos de formación profesional de la CIM, en el área de gerencia de empresas inmobiliarias, y en el módulo de ética. Además es miembro de Venamcham, de la Society of Industrial and Office Realtors –SIOR, del Business Development Comité y del Global Task Force, y del Samuel Zell/Robert Lurie Real Estate Center at Wharton, entre otras organizaciones. |